Después de haber descendido la Leze y viendo que el día se abría, comimos un poco y nos fuimos pitando a por nuestro segundo barranco del día, el Artazulo era otro de los barrancos que traíamos en mente, y todo apuntaba viendo el caudal de la leze que no nos iba a defraudar.
Una vez llegamos a la zona de aparcamiento donde dejaríamos uno de los coches y mientras nos camviabamos, un grupo de barranqueros de Ermua se ofrecieron a llevarnos hasta la cabecera del barranco con su furgoneta, que desde aquí quiero darles las gracias.
Después de una aproximacion cortita de 15 min y en bajada, ya estábamos en remojo, el caudal era alto pero sin peligro, y el barranco patinaba muchisimo, aqui ni las five ten ni las adidas nos servirían de gran cosa...
La combinacion de fuerte caudal y lo deslizante
que era su fondo nos obligo a tener que montar muchos pasamanos en las cabezera.
Fuimos descendiendo, y disfrutando este descenso tramo a tramo, ya que entre pasamanos, rapeles con mangazo de agua y algún salto el barranco no nos daba tregua.
El ultimo rapel es el mas espectacular y el mas alto con un salto de agua de unos 45 metros.

Gran barranco y mejor compañía, junto a esta tropa uno no se lo puede pasar mal.....
ahora solo faltaba guardar los trastos y buscar un sitio donde tomar una cervecita y cenar algo caliente, que al dia siguiente teníamos otro barranco en mente, no nos iriamos de Euskal Herria sin nuestro trio de Ases
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